El Senado reabrirá el recinto después de casi dos meses para aprobar sólo una parte de los más de 80 pliegos de jueces y defensores oficiales con dictamen de la Comisión de Acuerdos, pero luego cajoneados por presión del peronismo y llamados de Alberto Fernández.

Aquella gestión del candidato presidencial marcó la ruptura definitiva de Miguel Pichetto con sus aún dirigidos y unas semanas más tarde anunció que dejaba el PJ para ser compañero de fórmula de Mauricio Macri.

Este miércoles, a las 14, tendrá su primera sesión sin representar a su histórico partido y rodeado de sus ex compañeros que hasta la semana pasada pedían reemplazarlo en las comisiones que integra.

El Gobierno propone congelar los jueces penales para destrabar el resto

Esta tarde fue la primera reunión de labor parlamentaria en 17 años sin Pichetto o alguien en su nombre. Su reemplazante, Carlos Caserio, acordó con el oficialismo seleccionar 16 pliegos de jueces para aprobar en la sesión, la mayoría civiles, laborales y sin ningún nivel de conflicto.

El apuro de Macri para cubrir juzgados fue motivo de una denuncia de Cristina Kirchner y la respuesta del ministro Germán Garavano, quien recordó que las vacantes existen porque durante su gestión prefería subrogar los juzgados con abogados militantes.

Los jefes de bloque acordaron no tratar el nombramiento de Marisa Graham como defensora del niño, ya con dictamen y aprobada en Diputados con la resistencia de los legisladores celestes, molestos porque la elegida está a favor del aborto.

Como no podía ser de otra manera, la polémica se trasladó al Senado y los jefes de los bloques coincidieron en que lo mejor era dejarla para después de las primarias.

El resto de los proyectos no tendría mayor conflicto entre las bancadas, como dos monumentos históricos nacionales, la institución del 18 de febrero de cada año como el Día Nacional del Síndrome de Asperger y la declaración de la Fiesta Nacional de la Tradición Gaucha.